Por, Dr. Brian D. Ray.
Traducido por: MIAPIC
Para este artículo, un título aunque, más inadecuado pero académico sería: “Discipulado, educación y escolarización de los hijos: Una perspectiva bíblica”. Aunque me gusta, en estos momentos no estoy escribiendo para una revista o semanario filosófico. Además, los cristianos deben ser escriturales; esto significa que deben ser filósofos porque deben amar la sabiduría.
Palabra de Dios, no experiencia humana
¿De dónde deben obtener los cristianos sabiduría? De la Palabra de Dios. Muy pocos, pero realmente, muy pocos de los cristianos con los que he hablado sobre el inicio en la educación, o de viajes, termina con la Palabra de Dios cuando se trata de la educación de los hijos; pero esto, también incluye a líderes cristianos, a padres, a profesores de educación en colegios cristianos, y a profesores certificados. Pero es a la Biblia donde debemos ir para cada tema.
Como si «esto» fuera sencillo de hacer. ¿Y qué es “esto”? ¿Qué hay acerca de mirar en la Palabra de Dios un tema particular como si “esto”fuera la primera vez? ¿Como si una persona no hubiera sido predispuesta al crecer con su familia, con sus iglesias locales, con sus maestros favoritos de la Biblia, sus amigos en el pasado y en el presente, sus experiencias en la escuela primaria y secundaria, la TV y todo lo que los expertos dicen? No es fácil, pero es imperativo que cada cristiano considere mirar en la Palabra de Dios el tema del discipulado de los hijos. Si no, un aspecto central de lo que significa vivir una vida cristiana será ignorado y parte del mejor plan de Dios se perderá.
Contexto histórico
Muchos cristianos tratan de ponerse de acuerdo con la formación que se les da a los niños y jóvenes en las escuelas o colegios públicos manejados por el estado (estatales), esto es, cerca del 86% de todos los niños en los Estados Unidos. En la mayoría de las otras naciones el porcentaje de niños en escuelas del estado/públicas es tambien muy alto. Algunos cristianos ya han enviado a sus hijos a escuelas públicas para que se les enseñe allí; algunos están considerando hacerlo, y algunos otros tienen nietos en estas escuelas; otros, como líderes en la iglesia están tratando de determinar qué consejo darle a los padres acerca de la educación de sus hijos.
Mientras escribo estas líneas, recuerdo que hace varios años, vi un artículo de un líder cristiano muy bien conocido a nivel nacional sobre este tema. Lo leí con cuidado y pensé bastante acerca de lo que él había escrito. Era claro que había luchado por años con el concepto acerca de quién debería enseñar, entrenar y adoctrinar a los niños; es decir, educarlos, y lo expresaba a miles de personas relacionadas a su esfera de influencia. Tuve que concluir que su consejo era rebuscado y extenso, con problemas históricos, lógicos, bíblicos y filosóficos.
No deseo identificar a ese líder, pero sí deseo proporcionarle algo de lo que le escribí a él en una carta.
Primero: Desde el principio, una de las principales razones de la creación y existencia de “escuelas comunes”, en los Estados Unidos, es decir, lo que ahora llamamos escuelas o colegios públicos, estaban bajo el control de un grupo de personas o la visión de un grupo sobre otro grupo de personas. Por ejemplo, el historiador de educación, Dr. Charles Glenn, escribió: “Tanto en los Estados Unidos como en Francia y en los Países Bajos, la misión de la escuela común fue ampliamente definida en gran medida en términos de la creación de convicciones y lealtades, de dar forma a una mente común o alma para la nación” (pág. 261).1
Segundo: Muchos cristianos piensan que nunca ha habido tanta controversia acerca del sistema de escuelas públicas en los Estados Unidos, como la que existe ahora. Pero si el nivel de controversia del “sistema” se encuentra ahora en 8 (sobre una escala de 10 puntos), y que nunca ha pasado de 7 antes de esta década, esto lo definimos como la falacia del arenque rojo (Nota del Traductor: La falacia del arenque rojo involucra incluir una información irrelevante para la discusión en aras de distraer la atención.) Una rápida, pero seria lectura de la historia de la educación en los Estados Unidos, muestra que muchas veces se presentado una fuerte controversia con relación a la escolarización estatal durante los últimos 160 años. Incluso aun, algunos historiadores dicen que hace muchas décadas, las controversias fueron tan agudas que dividieron a diferentes grupos de personas más, de lo que sucede hoy día.2 Las interpretaciones históricas y debates de la escuela pública con relación al pasado y al presente, son sin embargo, y de alguna manera, sólo una pequeña pieza de lo que los cristianos deberán considerar.
Tercero: Hoy día, muchos de los estudios reconocen que el estado o colegios púbicos son, por naturaleza, religiosos. Los profesores James Carper y Thomas Hunt, escribieron: “Entonces, argumentamos adicionalmente que el colegio público es el equivalente funcional de un iglesia establecida, reforzada con lenguaje religioso, esperando ser adoptado por todas las personas, legitimando y transmitiendo una ortodoxia o cosmovisión, suscrita por los impuesto obligatorios” (pág. 4).3 En otras palabras, los colegios del estado, son religiosos. Básicamente, los padres envían a sus hijos a una iglesia cuando los envían al colegio.
Si alguno de los lectores tiene dudas de que los colegios del estado/públicos no están diseñados para enseñar las verdades de Dios, y que regularmente enseñan cosas antiéticas a la verdad de la revelación de Dios, existen muy buenos recursos disponibles para estudiarlos. Estos, en gran parte, y al menos, cubren la historia de los Estados Unidos con referencias de acontecimientos, ideas y contenido de cientos de años hasta el presente.4
Una premisa básica de este artículo, es que existe una gran coincidencia en los significados de la enseñanza en casa/hogar (homeschooling), educación y disciplina. Una definición razonablemente aceptada de colegio, es que este es un lugar u organización fuera de casa, donde los profesores instruyen, enseñan, o entrenan a los estudiantes –a saber, niños y jóvenes– en conocimientos específicos o habilidades como la lectura, el lenguaje, las matemáticas, las artes, y al parecer, sólo en segundo lugar, la filosofía y la moral. De otro lado, la educación es la crianza e instrucción de niños y jóvenes para clarificarles su entendimiento, inculcarles su filosofía, desarrollo de la moral, formar sus actitudes, corregir sus temperamentos, darles conocimiento y entrenarlos en habilidades como la lectura, el lenguaje, las matemáticas, la ciencia, la historia y las artes, y hacerlos competentes para sus familias, agrupaciones y comunidades. La educación comprende toda esa serie de instrucción y disciplina destinada a llevar a cabo lo antes mencionado.
Con estas definiciones en mente, considere que muchos estadounidenses tienden a pensar que los colegios del estado/públicos sólo educan niños; pero la total verdad es que a estos niños también –siempre y en todo momento– les están enseñando. Esto es, los filósofos de la educación, reconocen que toda instrucción es educación. Toda instrucción incluye la enseñanza, entrenamiento y adoctrinamiento –impregnarlos con opiniones particulares, puntos de vista o principios– tanto a niños como a jóvenes. La impresión que muchos padres y público tienen, así como muchos profesores de las escuelas/colegios públicos y defensores actuales, es que el colegio trata principalmente o sólo, de instruir a los estudiantes en conocimiento y habilidades, y que no les enseñan en formas de valores y creencias sectarias, cosmovisión, y cómo juzgar o evaluar las cosas de acuerdo a las presuposiciones filosóficas. Es decir, todas las formas de instrucción o educación involucran a los estudiantes en el discipulado, adoctrinamiento y difusión de las doctrinas, enseñanzas o perspectivas de una famosa persona como por ejemplo, Jesucristo, el neo marxismo, la teoría crítica, el estatismo o democratismo.) (Nota del Traductor: Estatismo, es la preeminencia del estado. Y democratismo es una enfermedad de la democracia: exceso que se da cuando la misma no tiene límites a sí misma.)
Un punto fundamental
Antes de seguir adelante, permítame recordarle al lector un punto fundamental: Toda la educación/instrucción –ya sea pública (del estado), educación institucional privada o enseñanza en casa– es la enseñanza, entrenamiento y adoctrinamiento de niños y jóvenes.
Aclarando el punto
Hay en juego cuestiones más fundamentales, que la de cambiar un poco la dirección de este artículo. La discusión sobre educación, de dónde y cómo deberán ser enseñados, entrenados y adoctrinados los hijos de los cristianos, podría traer a consideración, un punto de enfoque más centrado. Reconozco que en estos momentos mis comentarios podrían hacer que algunos lectores de este artículo, hermanos creyentes, se sientan incómodos. Ciertas personas que quieren ser amables o favorecer “algunas” escuelas públicas, afirman que en algunos sistemas escolares, la mayoría de los profesores, administradores y estudiantes tienen una actitud amistosa y respetuosa hacia el cristianismo y los valores morales conservadores. La implicación, es que esos lugares no podrían ser tan malos para los hijos de los creyentes. No he sido capaz de encontrar a alguien que afirme esto para que pueda referirme así sea a uno solo, por no decir tres o cuatro, de tales supuestos sistemas de colegios públicos «no tan malos» en todos los Estados Unidos. No estoy convencido de que hoy en día existan. Dudo que sí existan.
Más importante, aun si la mayoría del personal de los colegios del estado o públicos, son “amistosos” y respetuosos” hacia el cristianismo, por lo general, no se les permite enseñar algo, así sea preciso y definitivamente, nada proactivo a favor del cristianismo, debido a que tanto el currículo como la ley, están dictados por el estado. Aun admitiendo que las escuelas públicas no están diseñadas para desarrollar discípulos de Cristo, algunos creyentes encontrarán otras formas de hacer que estas instituciones parezcan ser benignas, o que son parte de una bondad incuestionable que pertenece a la vida de los Estados Unidos.
Muchos cristianos al referirse a los padres que colocan a sus hijos en colegios privados, o a quienes les enseñan en casa, usan un lenguaje de que sus hijos han “dejado”, han “abandonado”, o han “salido” de los colegios públicos. Sin embargo, y de hecho, los padres que continúan con sus hijos la educación basada en el hogar –y la que todos los padres inician al nacimiento de sus hijos– o los envían a colegios cristianos en vez de enviarlos a los colegios manejados por el estado, no están «abandonado» o «dejando» la educación del estado; más bien, estos padres se están moviendo hacia algo. Esto es, ellos continúan o colocan a sus hijos bajo la tutela de aquellos que se encuentran en un “sistema” donde conocen y aman al Señor Jesucristo. En una nota relacionada, aquellos que dicen que los estudiantes de colegios cristianos y los estudiantes en casa, se han salido o han abandonado los colegios públicos, están siempre insinuando o diciendo, que esas familias han llevado su determinación, preocupación y generosidad lejos de algo (por ejemplo, lejos de los colegios que maneja el estado), lo cual es una parte importante, buena o meritoria de los Estados Unidos. Sin embargo, y como es costumbre, no proveen premisas bíblicas para apoyar esta afirmación. Aún más, en la Biblia no existe ningún mandamiento, orden o argumento para la creación y operación de colegios controlados y operados por el estado. (En sí mismo, este tema merece un artículo independiente.)
Enfocándonos: ¿Qué dice la Palabra de Dios?
Quizás, lo más importante es que éste, sea el momento para que los cristianos admitan algunas cosas que la mayoría ha querido ignorar por largo tiempo. La primera, es que los colegios públicos, manejados por el estado o el gobierno, nunca fueron diseñados para levantar el nombre y verdad del Señor y Salvador Jesucristo, para dirigir a niños y adolescentes a gozarse en Él y servirle por siempre, y enseñarle a los estudiantes que todas las personas, incluyendo aquellos en las agencias manejadas por el gobierno, deberán doblar sus rodillas al Rey. Nunca existieron los “aquellos tiempos” cuando este fue, por ejemplo, el propósito principal de la educación controlada por el estado en los Estados Unidos.5
Segundo: Cada creyente –por ejemplo, cada padre, líder de iglesia, abuelo o abuela, tiene interés en el discipulado bíblico de los hijos o de los hijos de Dios– deberá tratar cuidadosamente con un experimento mental que está respaldado por algún trabajo y energía.
Imagínese a sí mismo como un extraño a la Palabra de Dios y a la sociedad humana. Imagínese colocando a un lado la infancia de uno, y todos los prejuicios recogidos de su propia comunidad, sus mismas experiencias de educación del grado 12 o el trasfondo de la universidad, el maestro favorito de Biblia, la denominación y la nación civil de uno. Después, imagínese tomando la Biblia y leyendo desde Génesis 1:1 hasta el fin, y haciendo las dos preguntas siguientes:
- ¿A quién le da Dios (le ordena) la responsabilidad, la autoridad y el trabajo para enseñar, entrenar y adoctrinar los hijos?
- ¿Le ordena Dios a Su pueblo para que voluntariamente se coloquen a sí mismos o a sus hijos bajo la tutela de paganos o impíos? ¿O lo prohíbe Dios?
Considere por ejemplo, los siguientes pasajes para responder las dos preguntas anteriores:
- Éxodo 34:10-16
- Deuteronomio 6:6-9: » Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas».
- Salmo 1:1-2: «Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche».
- Salmo 78:1-11
- Salmo 127:3-5: «He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta».
- Proverbios 4
- Proverbios 6:20-23: «Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre; 21Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello. 22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes. 23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen».
- Proverbios 22:6: «Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él».
- Proverbios 23:7: «Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo».
- Eclesiastés 4:12: «Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto».
- Isaías 54:13: «Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos».
- Jeremías 10:2: «Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman».
- Malaquías 4:5-6: «He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. 6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición».
- Mateo 7:24-29
- Mateo 18:1-7
- Mateo 22:21: «Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios».
- Lucas 1:57-80
- Lucas 6:39-40: » Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? 40 El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro».
- Juan 7:15: «Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?».
- 1ª Corintios 15:33: «No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres».
- 2ª Corintios 6:14: «No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?».
- 2ª Corintios 10:5: «derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo».
- Efesio 6:4: «Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor».
- 2ª Timoteo 2:15: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad».
- 3ª Juan 1:4: «No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad».
Existen más pasajes relacionados a cómo Dios le ordena a Su pueblo a cómo educar o no, a sus hijos.
Una de mis presuposiciones mientras escribía este artículo, es que los cristianos deben ser escrituristas. “El escriturismo es ese sistema de creencia en el cual, la Palabra de Dios es fundamental en la totalidad de las relaciones filosóficas y teológicas de uno”.6 Una segunda presuposición mía, es que los cristianos deben seguir los principios de la sabiduría y verdades generales comunicadas por Dios a Su pueblo en el Antiguo Testamento, aunque no se les exige seguir todas las leyes del Antiguo Testamento. Con lo anteriormente mencionado en mente, ¿qué dice la Palabra de Dios acerca de la educación de los hijos?
El dejar a un lado la cultura y hacer una simple lectura bíblica de la Palabra de Dios –por ejemplo, las citas anteriores y más–7, muestra que los padres, particularmente a los hombres, se les ha dado claramente, la autoridad y la responsabilidad pertinente a la educación, crianza y discipulado de sus hijos. Se les urge a los padres a caminar y a comunicarse íntimamente con sus hijos de forma diaria. Los padres deben proporcionar un ambiente para que sus hijos se animen en la meditación, la lectura y la discusión de la Palabra de Dios en cualquiera y todo momento del día, y discutir y modelar la forma de cómo vivir la Palabra de Dios en todas las sutiles diferencias y actividades de la vida diaria. A los padres se les exhorta en detalle, a enseñar a sus hijos, todos los caminos del Señor. El corazón de los padres debe estar hacia sus hijos, para que los corazones de ellos estén hacia sus padres y Dios, sea glorificado.
Entre más tiempo pasan los padres y madres con sus hijos, más les podrán enseñar fielmente y efectivamente las palabras, preceptos y proposiciones de Dios, incluyendo el mensaje básico del evangelio a sus hijos. Entre más tiempo pasen los no cristianos con los hijos de un hombre, más diligentemente les enseñarán las cosas del mundo a los hijos del hombre, por ejemplo, lo que es contra Dios, contra Cristo, y lo que es a favor de Satanás. Un padre no debería pensar que lo que se le está enseñando a su hijo –por los profesores del colegio, los líderes scouts, el club de líderes o cualquier otro profesor– puede ser neutral hacia las cosas de Dios.
- Lucas 11:17: “Mas él (Jesús), conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae”.
- Apocalipsis 3:15: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!”.
El profesor Warren Nord, un erudito de la Universidad de Carolina del Norte, hizo eco de estos conceptos bíblicos cuando escribió lo siguiente:
- “De hecho, argumentaré que al menos, en sus libros de texto y currículos formales, los estudiantes están siendo adoctrinados en la cosmovisión moderna (secular), y contra la religión (cristiana)” (pág. 60) “No existe un territorio neutral en el cual permanecer al hacer juicios acerca del contenido, causalidad, significado y verdad. Todo el territorio es tierra de competencia. Las ciencias naturales y sociales, diferentes filosofías y religiones, dividen el mundo en formas diferentes y conflictivas. La neutralidad filosófica inevitablemente probará ser un fuego fatuo, por el acercamiento de todos los autores sobre su tema dentro de sus cosmovisiones particulares, con compromisos filosóficos que definen para ellos lo que cuenta como importante, como el conocimiento, como lo razonable, como verdad. No existe tal cosa como un punto de vista neutral. Escribir un libro de texto es tomar partido” (pág. 165).8 (Énfasis en el original).
El padre que ve problemas y escollos delante de su hijo, y no se esfuerza razonable y bíblicamente para proteger al hijo, es digno de la ira de Dios (Mateo 18:5-6). Los padres deben, en forma proactiva, dedicarse, nutrir y amonestar a sus hijos e hijas. Los hijos le pertenecen a Dios bajo la autoridad de sus padres; ellos no le pertenecen a César, y por lo tanto, deben rendirse sólo a Dios, y no al César. Dios le advierte a Su pueblo no unirse en yugo desigual con los impíos, ni en pensamiento o costumbre; esto no incluye unir la mente de sus hijos a la mente de lo “secular”, (según se dice) “a lo neutral en lo religioso”, y a los textos, vídeos, artículos, libros de trabajo, asambleas de colegios, conversaciones en buses escolares, revistas en los casilleros y revelaciones, presiones para participar en el uso de drogas ilegales y alcohol, presiones para participar en sexo prematrimonial, la música compartida desde un aparato electrónico, como un iPod u otro aparato, y el profesor agradable de la calle que sólo pasa a ser uno con cualquier número de cosmovisiones diferentes a la bíblica. Los mensajes y lecciones de todos los profesores, textos, medios de comunicación y amigos, están basados en presuposiciones; y si no son de Dios, son contra Dios.
Los hijos de los cristianos no deben aprender la forma de los paganos, ser discipulados en sus caminos de pensamiento, creencia y comportamiento. Los padres cristianos están para ayudar a sus hijos a colocar sus mentes en las cosas de arriba, de Dios, y esto, no podrá ser hecho de forma efectiva si pasan 6 horas al día, 5 días por semana, 9 meses al año con sus mentes en las cosas del mundo. Jesús dijo que un pupilo, después de estar totalmente entrenado, será como su maestro. El profesor de un niño es toda la bola de cera, no solo el profesor cristiano agradable que podría ser en el segundo grado. Es ese profesor, el currículo controlado por el estado, y todas las otras actividades, métodos, niños, adultos, y pensamiento antibíblico que se adhiere naturalmente por la educación manejada por el estado y en general, a la institucionalidad educativa.
La Escritura es clara en cuanto a que Dios le da (le ordena) la responsabilidad, la autoridad y la tarea de la enseñanza, entrenamiento y adoctrinamiento de los hijos a los padres, con la ayuda de la iglesia. Dios no le da el discipulado y educación de los hijos al estado. La Escritura deja en claro que la Palabra de Dios –por ejemplo, todo lo que contiene, en todo lo que ilumina, en todas sus proposiciones, y principios– deberá ser el centro de lo que los padres cristianos transmiten a sus hijos, y la Palabra de Dios prohíbe a esos padres a colocarse voluntariamente o a sus hijos bajo la tutela de impíos y proposiciones –en la forma de currículos ampliamente analizados– que son contrarios al Autor de la verdad.
Los argumentos red-herring (arenque rojo) y consecuencias graves
(Nota del Traductor: La falacia argumentativa o argumento del arenque rojo, implica incluir una información irrelevante para la discusión en aras de distraer la atención.) También, está la “sal y la luz del argumento” de que tantos padres cristianos como líderes de la iglesia tratan de oponerse a la educación privada cristiana y a la educación en el hogar liderada por los padres. Quien intente esto, deberá mirar cuidadosamente la Palabra. ¿Dónde está en la Biblia, la propuesta para que los padres usen o coloquen a sus jóvenes como sal y luz en un ambiente hostil? ¿Dónde está el mandamiento bíblico de enviar su hijo de 6 años de edad (o el de 12 años de edad, para este caso; quien por ejemplo, no tiene claridad de haber sido nacido de nuevo por el poder del Espíritu Santo y cuyos dones no han sido todavía identificados para predicar el evangelio) a que salga solo, para que tome del profesor impío de 40 años, el chofer de bus pagano de 33 años, la freudiana de educación sexual de 52 años de edad o la sicóloga feminista del colegio, la plétora de libros, música y videos anti piadosos, y la que viene con la escolarización institucional? Más tarde, dedicaré un artículo sobre este tema.
Algunas personas argumentarán también que los niños deben estar en colegios institucionales para que aprendan competencias sociales saludables seudo cristianas. Más tarde dedicaré un artículo a este tema y el por qué la afirmación es falsa.
Evidencia empírica sobre los efectos de la educación en casa, liderada por padres
La Escritura nos dice que los hijos deben ser enseñados para ser buenos lectores que sepan cómo evaluar proposiciones escritas, ser buenos en las finanzas, y siervos amorosos. Es decir, uno podría pensar si existe alguna evidencia de que los niños que experimentan la educación en casa liderada por los padres son competentes en estas cosas, a pesar del hecho que la evidencia de la investigación no es el fundamento a priori de si el estado, las instituciones privadas o los padres deberán ser los principales educadores de los niños. Hay muchas investigaciones hechas sobre la educación basada en el hogar, en este caso en homeschooling, y los investigadores han encontrado de forma consistente cosas positivas asociadas con la educación en casa en los últimos treinta años de estudio.9Estos resultados positivos continúan manifestándose a sí mismos a pesar del hecho de que sólo el 10% de padres que educan en casa (homeschooling) han sido certificados como profesores del estado. Escribiré otro artículo acerca de esto.
No más confusión
El discipulado del liderazgo de padres basado en el hogar encaja claramente las enseñanzas y mandamientos de la Escritura. La escolarización institucional en la cual los padres, especialmente los hombres, no son, primeramente los discipuladores de sus hijos y no están comprometidos verdaderamente en el horario y vida diaria de sus hijos, no se ajustan a las enseñanzas puras y limpias de la Palabra de Dios. Colocar a un niño voluntariamente bajo la enseñanza, entrenamiento y adoctrinamiento de la enseñanza institucional que es manejada por el estado y no está diseñada para levantar el nombre de Jesucristo, y darle a gloria a Dios, parece, en pocas palabras, como antiética a la enseñanza bíblica con relación al discipulado de los hijos de los hijos de Dios.
El homeschooling es bíblico; y claramente permite y empodera, y ejecuta el mandamiento bíblico para que los padres eduquen a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor diariamente y por horas durante toda la semana.
Este artículo también está disponible en: Inglés
- 1.Glenn, Charles L. (1988). The myth of the common school. Amherst, MA: University of Massachusetts. Ball, William Bentley. (1994). Mere creatures of the state: Education, religion, and the courts, a view from the courtroom. Notre Dame, IN: Crisis Books.
- 2.Vea de nuevo los enfoques históricos de Glenn y Ball que fueron mencionados anteriormente.
- 3.3. Carper, James C., & Hunt, Thomas C. (2007). The dissenting tradition in American education. New York, NY: Peter Lang Publishing, Inc.
- 4.Véase como ejemplo lo siguiente: Carper, James C., & Hunt, Thomas C. (2007). The dissenting tradition in American education. New York, NY: Peter Lang Publishing, Inc.; Gatto, John Taylor. (2001). The underground history of American education: A schoolteacher’s intimate investigation into the problem of modern schooling. Oxford, NY: The Oxford Village Press; Glenn, Charles L. (1988). The myth of the common school. Amherst, MA: University of Massachusetts. Gunn, Colin; & Fernandez, Joaquin. (2012). IndoctriNation: Public schools and the decline of Christianity. Green Forest, AR: Master Books; Morris, Barbara M. (1979).Change agents in the schools: Destroy your children, betray your country. Upland, CA: The Barbara M. Morris Report; Neufeld, Gordon, & Maté, Gabor. (2004). Hold on to your kids: Why parents need to matter more than peers. New York, NY: Ballantine Books; Rushdoony, Rousas J. (1963). The messianic character of American education. Nutley, NJ: Craig Press. (Circa 2003, available from Ross House Books, Vallecito, CA); Shortt, Bruce N. (2004). The harsh truth about public schools. Vallecito, CA: Chalcedon Foundation.
- 5.Véase por ejemplo, Carper, James C., & Hunt, Thomas C. (2007). The dissenting tradition in American education. New York, NY: Peter Lang Publishing, Inc.; Gatto, John Taylor. (2001).The underground history of American education: A schoolteacher’s intimate investigation into the problem of modern schooling. Oxford, NY: The Oxford Village Press; Glenn, Charles L. (1988). The myth of the common school. Amherst, MA: University of Massachusetts.
- 6.Crampton, W. Gary. (2011) Scripturalism: A Christian worldview. Trinity Foundation, retrieved December 10, 2013 from http://www.trinityfoundation.org/journal.php?id=276.
- 7.Si el lector conoce y entiende los pasajes bíblicos anteriormente mencionados, entonces recordarle acerca de este párrafo tendrá sentido, aun si el lector no esté de acuerdo con éste; no tendría mucho sentido si el lector no conoce ni entiende los pasajes mencionados.
- 8.Nord, Warren A. (1995). Religion and American education: Rethinking a national dilemma. Chapel Hill, NC: The University of North Carolina Press.
- 9.Por ejemplo, véase lo siguiente: Medlin, Richard G. (2013). Homeschooling and the question of socialization revisited. Peabody Journal of Education, 88(3), 284-297; Murphy, Joseph. (2012). Homeschooling in America: Capturing and assessing the movement. Thousand Oaks, CA: Corwin, a Sage Company.; Ray, Brian D. (2013). Homeschooling associated with beneficial learner and societal outcomes but educators do not promote it. Peabody Journal of Education, 88(3), 324-341.
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